Hay diversos factores que llevan a una persona a consultar. Como por ejemplo: conflictos en el hogar o el trabajo, dificultades en tomar decisiones, quejas corporales, ‘depresion’y angustia entre otros. Esto provoca gran sufrimiento y algunas veces dificultades para estudiar, trabajar y/o vincularse con los otros.
Cambios vitales y situaciones de vida, como una migración pueden desencadenar o intensificar problemáticas ocultas hasta ese momento.
Consultar a un psicólogo no es un signo de ‘locura’, sino un pedido de ayuda frente a situaciones emocionales de las cuales no podemos dar cuenta y que provocan padecimiento emocional y/o físico.